Ya he dicho algunas veces que empecé con esta labor de entrenador de atletismo en el año 1987, siendo relativamente joven, con 21 años, abandonando mi “modesta” trayectoria como atleta por una lesión en el cartílago de la rodilla, de la cual tuve que ser intervenido quirúrgicamente.
Primero empecé como monitor en las escuelas municipales de atletismo, en el colegio Servando Camúñez, y a partir de ahí quedé “enganchado” a este deporte, tanto es así que al año siguiente hice el curso de monitor y dos años después empecé con los “interminables cursos” para sacarme el título de entrenador nacional. Simultáneamente iba estudiando magisterio en la especialidad de Educación Física en la escuela de Ciencias de la Educación de Puerto Real.
Todo esto quiere decir que a pesar de que me considero aún joven llevo ya 24 años dedicados al atletismo, sin descansar prácticamente ningún verano y quitándome mucho tiempo a mí y a mi familia. Evidentemente uno lo hace porque le gusta entrenar pero pienso que ya es el momento de reflexionar y tomarme un pequeño descanso.
Este año ha sido bastante difícil para mí debido a unos problemas que he tenido en la vista, en concreto complicaciones en la retina derivadas de la alta miopía que padezco desde hace años. Esto me ha hecho estar de baja varios meses ya que mi profesión requiere mucho tiempo visualizando la pantalla de ordenador. Además es un padecimiento que se agrava bastante con el stress, y el hecho de ser entrenador de atletismo no ayuda a evitarlo, ni mucho menos.
Todo esto unido a que los entrenadores, desgraciadamente, somos el último eslabón en el atletismo y los peores tratados por todos los estamentos hace que uno, a veces, se sienta bastante “quemado”. Además, ya considero que he “sufrido” bastante con el atletismo, sobre todo con algún que otro atleta que entrené en el pasado y con algún entrenador conocido que siempre ejerce de “mal compañero”, y me ha hecho pasar momentos “no muy agradables” por decirlo de una forma lo más suave posible.
Lo único que me ha hecho seguir en los últimos años ha sido el encontrarme con un grupo de atletas y a la vez amigos que es impresionante, sobre todo por sus valores personales.
La decisión que he tomado ahora por lo pronto es tomarme un verano sabático, que hace tiempo que no lo hago, y a partir de la temporada que viene, “levantar el pie del acelerador” y dejar el atletismo en un segundo plano en mi vida. Espero que todos mis actuales atletas lo comprendan y colaboren y pongan de su parte.
Bueno, pues nada, feliz verano a todos y por ahora dejo “aparcado” el blog hasta septiembre.
